jueves, 8 de octubre de 2009

En Primavera la alergia no lo es todo...

La moda Primavera Verano deja mi líbido al descubierto, y eso no siempre es tan agradable. Cuántas veces se puede llegar a enamorar uno al día, cambiar sus gustos y fijaciones, fetiches, objetivos, ideales, proyecciones.

La moda Primavera Verano tiene algo curioso que es la curiosidad de todos, un escote se asoma y te llama a descubrir aromas poco acordes con el propio, luego de haber sudado por esa mirada que huyó rápidamente, pero que queda estampada en sus pechos y sus piernas, como si fueran la misma cosa, que provoca la misma atracción, el mismo hipnotismo, el anhelo de tener memoria fotográfica para no olvidar nunca más esa sonrisa y poder relacionarla con cada una de las partes de su cuerpo que durante el trance no le pertenecen.

Primavera Verano es un surtido de mini ropas, afirmando cuerpos insostenibles por nada que no se asemeje a una pluma, a la seda, o al agua en su defecto. Quizás hasta mis propias manos podrían asemejarse, camuflarse y mimetizarse imitando lo más suave que te permite la credibilidad de las caricias. Busco también las partes más delicadas de su cuerpo ideando alguna manera de que no se rompa, y finalmente decido no tocar nada, sinó recorrer con la mirada que es aún más agresiva que cualquiera de mis anhelos por presionar, besar, morder.

El sudor se camufla con el calor de la temporada, pero hay algo más que me delata, y los latidos a esa altura se escuchan a kilómetros, no soy el único y se forma un unísono de palpitaciones y el transporte público se agita incómodo no sólo por la inestabilidad de la pavimentación que nunca está lo suficientemente lisa, sinó por la incapacidad de mantener una posición fija donde todos tengamos una buena posición con la cual desarrollar impulsos imaginarios y reprimidos en el acto.

Me gustaría poder estar a la moda Primavera Verano, saber qué ponerme y producir un equilibrio de género, una vanidad con sentido ante la provocación constante que despierta la poca ropa. Me gustaría penetrar la imaginación de quien mira de reojo, y no requiere mirar de nuevo para superar la complejidad misma del deseo. Me gustaría controlar como ella, mi creatividad estimulada por un par de piernas que demarcan el camino a seguir para llegar a la casa, al refugio, al calor de nuevo, al sudor constante, al sabor familiar, asmiliado y único de los muslos, la cintura, los pechos, el cuello, el pelo y el cuello de nuevo, y encontrar por fin el objetivo real, que se resume en un par de labios, que te dicen te busqué, y se unen húmedos incansablemente a los que responden yo también y te encontré.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

quizás esta lluvia calme tu libido

Tlohtzin dijo...

Eso no es lluvia, es balde de agua fría

Monólogo Colectivo dijo...

waaa, que bacan, me gusto como esta escrito, pudiste canalizarte picaandote a Anais Nin :D

suuper

Monólogo Colectivo dijo...

na q ver po , lo del equilibrio de generos, de partida no existen, la unica diferencia real es el sexo biologico.
pero ahora q sabes puedes hacer sudar a las chiquillas en el metro, vistiendote ad-hok.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Una Persona dijo...

Siempre puedes desequilibrar y hacer sudar chiquillas poniendo tu parte en el metro a hora peak =O ! Simplemente ve con una buena bufanda, abrigo, gorrito y parkita. No será la moda que se lleva en Primavera Verano, pero podrías causar el mismo efecto :P

Te amo! Excelente lo que escribiste =)