(Abogado): Veamos, señor Whistler. ¿Puede decirme cuánto tiempo ha invertido usted para despachar ese nocturno?
(Whistler): (...) bueno, por lo que recuerdo, un día, más o menos.
- ¿Sólo un día?
- No lo afirmaría con seguridad; quizá lo haya retocado un poco al día siguiente, cuando la pintura todavía no se había secado. Por eso debería decir más bien que he trabajado dos días en él.
- ¡Ah, dos días! ¿Así que por el trabajo de dos días pide usted doscientas guineas?
- En absoluto; las pido por el saber que he adquirido en toda una vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario