Al parecer los viejos tiempos de los asaltos al banco, o las recuperaciones masivas han desaparecido. El avance del capitalismo en la organización popular, hace que cada vez respondamos a ideales más pequeños, reducidos, o específicos. También se nos achicaron los recursos que necesitamos para hacer lo que queremos hacer, siendo cada vez menos ambiciosos en nuestros objetivos. Reducimos nuestro espectro incluso hasta lo individual, sesgándonos del bien común.
Usamos en el contexto de precariedad, la autogestión como medio para todo, e incluso pasándola por un fin en sí mismo, y nos convertimos en los ejecutores de la escasez con la que cubanos, soviets, y anarquistas españoles actuaron luego de sus correspondientes procesos revolucionarios. Pero, ¿Qué ideas proyectamos detrás del título: Autogestión? Bajo el punto de vista en que, a grandes rasgos, practicamos la autonomía en la organización, pero dejándolo tan amplio como eso, ¿No podríamos llamar, por ejemplo, a una universidad privada cualquiera "autogestionada", por concebir la autonomía dentro de su estructura organizacional?
Y por lo demás, cuando leemos que una actividad se anuncia como autogestionada, estamos asistiendo con la excusa de que pueda salir mal, por la precariedad con la que trabajamos: Se bajan los grupos invitados, comienza todo una o dos horas más tarde, fallan un par de parlantes, y el "carrete" se adelanta a cualquier discurso.
Entonces, ¿Qué es lo que estamos llevando a cabo?, ¿Sólo una práctica con la que generemos ingresos para una organización?, ¿O crear cultura popular en varios de sus niveles simultáneamente?
En ambas opciones, que son las primeras de varias que podríamos tener, tenemos dudas del resultado, porque si trabajamos todo un día para generar ingresos, por ejemplo, con una clásica "tocata autogestión" donde se cobre entrada, se vendan sopaipillas, completos, y copete, estamos invitando a todos los compañeros de batalla, a que el exceso se apodere de su "consumo", y que ese día no tengan límites en el gasto económico, etílico, y alimenticio (de dudosa sanidad).
En cuanto a la obtención de ingresos, estamos cumpliendo el objetivo, ya que todos trabajamos con lo que tenemos a mano: Los artistas, los cocineros, los que emplean de guardias, los sonidistas de turno, ofrecen su fuerza de trabajo con resultados monetarios comunes. A diferencia de hacer una "cucha" y entregar todos una parte de su sueldo, creamos un aprendizaje que da conciencia, que despierta sensibilidades, en el discurso, la acción, el compartir, etc.
Pero en el segundo punto nos queda la gran duda:
Si esta es nuestra forma de hacer cultura revolucionaria, ¿Por qué seguimos utilizando los medios más precarios para convocar compañerxs, y transformándolo todo en un "mambo autogestión", teniendo ambiciones tan grandes, como la revolución misma?. Tarea pa la casa.
Productora Popular
Usamos en el contexto de precariedad, la autogestión como medio para todo, e incluso pasándola por un fin en sí mismo, y nos convertimos en los ejecutores de la escasez con la que cubanos, soviets, y anarquistas españoles actuaron luego de sus correspondientes procesos revolucionarios. Pero, ¿Qué ideas proyectamos detrás del título: Autogestión? Bajo el punto de vista en que, a grandes rasgos, practicamos la autonomía en la organización, pero dejándolo tan amplio como eso, ¿No podríamos llamar, por ejemplo, a una universidad privada cualquiera "autogestionada", por concebir la autonomía dentro de su estructura organizacional?
Y por lo demás, cuando leemos que una actividad se anuncia como autogestionada, estamos asistiendo con la excusa de que pueda salir mal, por la precariedad con la que trabajamos: Se bajan los grupos invitados, comienza todo una o dos horas más tarde, fallan un par de parlantes, y el "carrete" se adelanta a cualquier discurso.
Entonces, ¿Qué es lo que estamos llevando a cabo?, ¿Sólo una práctica con la que generemos ingresos para una organización?, ¿O crear cultura popular en varios de sus niveles simultáneamente?
En ambas opciones, que son las primeras de varias que podríamos tener, tenemos dudas del resultado, porque si trabajamos todo un día para generar ingresos, por ejemplo, con una clásica "tocata autogestión" donde se cobre entrada, se vendan sopaipillas, completos, y copete, estamos invitando a todos los compañeros de batalla, a que el exceso se apodere de su "consumo", y que ese día no tengan límites en el gasto económico, etílico, y alimenticio (de dudosa sanidad).
En cuanto a la obtención de ingresos, estamos cumpliendo el objetivo, ya que todos trabajamos con lo que tenemos a mano: Los artistas, los cocineros, los que emplean de guardias, los sonidistas de turno, ofrecen su fuerza de trabajo con resultados monetarios comunes. A diferencia de hacer una "cucha" y entregar todos una parte de su sueldo, creamos un aprendizaje que da conciencia, que despierta sensibilidades, en el discurso, la acción, el compartir, etc.
Pero en el segundo punto nos queda la gran duda:
Si esta es nuestra forma de hacer cultura revolucionaria, ¿Por qué seguimos utilizando los medios más precarios para convocar compañerxs, y transformándolo todo en un "mambo autogestión", teniendo ambiciones tan grandes, como la revolución misma?. Tarea pa la casa.
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