Ausencia. De mujer invisible, soñadora arrepentida y amante rutinaria. Me gustas distinta, reflexiva, nostálgica, profunda y fuerte, mas no sé sobrellevar el peso de la impotencia, literal y sexualmente, así no se puede. Es más fácil la ingenuidad de ser libre, asecharte a deshoras, cansarse porque sí, y no despertar nunca. La manía de tocarte donde no se debe, el derecho a olvidar al mundo y expulsar pasiones irresponsables, volver al tiempo donde no hemos aprendido nada, olvidar el dolor de hacer daño amando más de la cuenta. Partir de cero, la utopía de la inocencia, santificar el error, crucificando la inercia.
Embriagados buscamos reencontrarnos, a nosotros mismos, sin pudor, con el calor del gesto torpe, infalible, preciso. Con la mente vacía, hacemos fácil rellenar espacios de vacío infantil.
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