Un día de éstos me volveré invisible al fin,
y seré libre de visitarte a hurtadillas
simplemente para ver tu silencio
y aprender de tus lecturas.
Quizá te acompañaría al trabajo
vería ennegrecer tus ojeras
me acoplaría al margen de tu imaginación libre
que no tiene realización
Sería lo que nunca fuiste
invisible
porque todos te ven
te hablan
te miran
te desean
escondes el asco de sus intenciones
y te acostumbras
Soy entonces
feliz de verte
desdichado por no tocarte
simplemente para ser uno de ellos
a los que ves
pero rechazas sublime
con tu delicadeza característica
a la que no podría oír nunca dirigirme un no.
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